¿Hay algo más políticamente interesado que un sistema educativo que propicia que los estudiantes carezcan de cultura política?

“Quienquiera que controle la imagen e información del pasado determina qué y cómo pensarán las generaciones futuras. Quienquiera que controle la imaginación y las imágenes del presente determina cómo esa misma gente verá el pasado” (Paráfrasis de Toynbee de una frase de Orwell (1984)).

¿Hay algo más políticamente interesado que un sistema educativo que propicia que los estudiantes carezcan de cultura política?, ¿qué se esconde detrás de la falsa neutralidad política que promueven y defienden habitualmente los profesores y los centros?, ¿por qué los estudiantes salen de los colegios e institutos sin saber diferenciar, por ejemplo: la política, de los partidos políticos; las distintas ideologías (socialismo, socialdemocracia, liberalismo, etc.)…; y declarándose la mayoría de ellos abiertamente apolíticos?, ¿por qué muchos de ellos ni siquiera saben a qué clase social pertenecen?.

¿Hay mayor fracaso escolar que éste, aunque para algunos precisamente en esto consista su éxito?. Se atribuye a Bertolt Brecht la siguiente reflexión que ilustra bien esta situación:

“El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de las alubias, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios dependen de decisiones políticas.

El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.

Dice Henry Giroux que «La idea de una educación neutral es la manera que tiene el poder dominante de invisibilizarse y de hacerse propaganda sin hacerse notar«. Es imposible que la educación sea neutral, eso no existe. Los que abogan por una educación neutral lo que quieren es una versión de la educación en la que no haya responsables, para camuflar los procesos ideológicos subyacentes. 

La noción de neutralidad, aplicada a la educación, es un problema político en sí mismo, una cuestión política. Es imposible que la educación sea neutral, eso no existe.

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