Silenciar los problemas

El silencio cómplice del profesorado, la Administración y los padres

Hay problemas en nuestro Sistema Educativo sobre los que a la Comunidad Educativa no le gusta hablar, ni menos aún abordar con seriedad. A continuación se presenta un ejemplo real del origen de muchos de los problemas de nuestro Sistema Educativo. Veremos como tanto el profesorado, las administraciones como los propios padres, optamos habitualmente por no afrontar los problemas, aunque ello afecte incluso negativamente a la salud de nuestros jóvenes.

El ejemplo lo encontramos en el Proyecto Educativo de un Instituto, en el se recogen (entre otros) los siguientes resultados de una encuesta que han pasado a sus estudiantes (pág. 11 http://iesemilioferrari.centros.educa.jcyl.es/sitio/upload/2013_06_28_Proyecto_Educativo.pdf):

  • El 67% en los estudiantes de 2º y 3º de ESO, y el 88% de los de 4º consumen alcohol los fines de semana.
  • El 70% de los estudiantes de 4º de ESO se han emborrachado más de dos veces en el último año.
  • Todos los estudiantes responden que han probado el hachís o la marihuana.
  • El 17% de las chicas manifiestan haber sufrido maltrato psicológico en la escuela.

¿Qué hacen los distintos agentes de nuestro sistema educativo ante estos datos?:

  • La Dirección, los profesores y el Consejo Escolar del Centro se limitan a señalar el problema, pero no proponen ni una sola medida, acción o estrategia en el Proyecto Educativo del Centro o en su Programación Anual para enfrentarlo. Solo informan a los representantes de las familias y al orientador del Centro.
  • Los representantes de las familias y el AMPA, deciden no informar a las familias ni adoptar ninguna medida, porque estos datos dan una “mala imagen” del Centro.
  • La Dirección Provincial de Educación opta por ignorar el problema, ya que da el visto bueno al Proyecto Educativo del Centro, a su Programación Anual, etc., sin advertirle que adopte medidas para afrontar el problema detectado.
  • Entre las familias hay muchas que desconocen la dimensión del problema, otras estiman que el problema no es tal, que estas prácticas entran dentro de la normalidad, y no faltan tampoco las que observan el problema con la impotencia de tener que afrontarlo desde la soledad.
  • Los adolescentes sienten legítimas y normales estas prácticas ante la falta de un discurso unánime de sus mayores y la presión social que ejercen sus grupos de pares.

Aunque en nuestra sociedad ya existe una gran sensibilidad sobre este tipo de problemas, el profesorado, las administraciones y los propios padres preferimos muchas veces optar por mirar a otro lado o guardar un silencio cómplice. Este silencio se incrementa cuando se abordan otros problemas, como el “fracaso escolar”, que esta sociedad aún percibe como algo normal y consustancial al Sistema Educativo.

Podemos reconocer que existen problemas con el alcohol entre nuestros jóvenes, que tenemos unas elevadas tasas de fracaso escolar, etc. pero ¿los profesores, las administraciones y los padres adoptamos con rigor y seriedad acciones para abordarlos?. Si leemos los Proyectos Educativos de los Centros, sus Programaciones Anuales, y las evaluaciones que se hacen de las mismas, veremos que en la mayoría de ellos se silencian o se recurre a argumentos retóricos y vacios para ocultar su gravedad. El que, por ejemplo, el 40% de los jóvenes de 15 años haya repetido al menos un curso no es ni casual ni puntual.

(Si lo deseas puedes comentar el artículo, tus comentarios serán bienvenidos, y si quieres vincular el artículo a tu web o blog, puedes hacerlo sin ningún problema). Correo de contacto: fracasoacademico@gmail.com 

2 comentarios el “Silenciar los problemas

  1. Lo primero, gracias por los datos.
    No parece que sea fácil dar una respuesta a ese problema, puesto que aquí nadie la ha publicado (aparte de organizar charlas multidisciplinares para abordar desde un enfoque integral, etc., para cubrir el expediente o _a lo mejor_ conseguir algo) y yo tampoco la conozco. Por ello, lo de «cómplice» es discutible, salvo que en ese IES fuera más grave el problema que en otros centros.
    Adjunto este enlace muy significativo
    https://enfamilia.aeped.es/prevencion/como-prevenir-consumo-alcohol-en-adolescentes
    «¿Cómo puede intervenir la sociedad?
    Los programas escolares y comunitarios son útiles para contribuir a disminuir y prevenir el consumo de alcohol y drogas. Todavía no se sabe cuál es el programa ideal y en cada comunidad puede ser diferente. Es importante que participen en él padres, profesores, comunidad de vecinos, ayuntamientos y la sociedad en su conjunto.»

  2. Estudiante de la educación secundaria obligatoria: estoy en 2 de la ESO y por fin he dado con el lugar adecuado en internet. Tengo 17 años, casi 18, mayoría de edad. Por lo que sé, aunque no vaya académicamente mal me están reteniendo en un curso determinado. No sé si es que en realidad algún profesor me quiere en el colegio o bien me quieren joder más. Seguir en este ritmo hará que salga de la obligatoria a los 30 años.

    Otro aspecto que quiero destacar es que en el colegio te despojan de todo elemento que se pueda usar para hablar con el exterior (dispositivos electrónicos en su totalidad, pendrives, todo.) si alguien ha pasado una temporada en prisión lo entenderé. Serán por las sanciones arbitrarias y las broncas de los profesores, tienen miedo de que les descubren, por eso te lo quitan todo hasta que salgas del instituto.

    El material permitido son exclusivamente las libretas y libros suministrados directamente del centro, pues no se permite ni siquiera traer material externo.

    En cumplimiento en la ley de protección de datos, me abstengo de revelar el nombre del centro, así como las personas en el mismo salvo por privado.

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