Más allá de la derogación de la LOMCE, de la eliminación de los itinerarios en la Educación Obligatoria, la supresión de la religión en las aulas, o de demandar una adecuada financiación del sistema educativo público de calidad, cuestiones que no son desde luego menores, convendría que nos fuéramos poniendo de acuerdo sobre aquellas cuestiones o aspectos en los que es urgente introducir cambios dentro de este sistema, para lograr terminar o al menos reducir sensiblemente el fracaso escolar, que es sin duda el gran problema que tiene actualmente.
Sin ánimo de ser exhaustivos y de recoger pormenorizadamente todas las medidas que se deberían tomar para mejorar nuestro sistema educativo y reducir el fracaso escolar, si cabe destacar desde este espacio algunas de ellas, con el fin de contribuir a este debate. A modo de decálogo, las propuestas sobre las cuestiones a abordar son:
- Compromiso con la mejora del sistema educativo. Todos los centros deberán evaluar el desarrollo de los procesos educativos que llevan a cabo, y poner en marcha las acciones de mejora concretas que se comprometan a realizar para mantener y mejorar la calidad de estos procesos. Prestando una especial atención a la reducción del fracaso escolar, las repeticiones de curso, la no discriminación e inclusión de todos los estudiantes respetando la diversidad que los caracteriza.
- Transparencia. Los compromisos de mejora los centros deberán publicarlos en sus web en un lugar destacado. Los centros también deberán publicar en sus web, y explicar en términos asequibles para toda la comunidad educativa, su proyecto educativo, su Programación General Anual (PGA), los criterios de evaluación y los resultados alcanzados por grupo y curso, además de toda aquella información que pueda resultar de utilidad para que toda la comunidad educativa conozca cómo se va desarrollando el curso en ellos.
- Horario y jornada de los estudiantes. Hay que reducir la intensidad del horario y de la jornada escolar de los estudiantes. Para ello se tienen que adoptar medidas como:
- Reducir el periodo de vacaciones de verano a dos meses, sin que ello suponga un incremento de las horas de clase.
- Facilitar a las familias el que sus hijos tengan una jornada partida en los centros, de manera que los estudiantes puedan tener descansos entre las clases y un menor número de clases seguidas.
- Reducir las tareas y deberes que tienen que realizar los estudiantes fuera de sus centros, garantizando que las mismas estén adecuadamente planificadas y coordinadas entre todos los profesores y las familias.
- Evaluación. Se tiene que garantizar que se realice de manera efectiva una evaluación continua y formativa de los estudiantes, y acorde con el nivel de competencias establecido. Esto implica:
- El desarrollo de formas de evaluación sin exámenes.
- La eliminación de los exámenes orientados exclusivamente a calificar a los estudiantes.
- La eliminación de los exámenes y la evaluación de septiembre.
- La reducción drástica de las repeticiones de curso.
- La formación específica del profesorado en “Evaluación”.
- La armonización en los criterios y rubricas de evaluación entre los docentes de todos los centros.
- Implicación de los padres y el entorno de los centros. Hay que incrementar y potenciar la información y la comunicación de los centros y sus docentes con las familias y su entorno, y programar acciones y actividades para que participen, con y en los centros, en el aprendizaje de sus hijos, habilitando los espacios y los tiempos que lo faciliten.
- Estabilidad del profesorado. Se tienen que adoptar las medidas oportunas para reducir drásticamente la rotación del profesorado, garantizando una estabilidad que permita diseñar y dar continuidad a los proyectos educativos de los centros. Lo cual requerirá también una mayor permanencia del profesorado en los centros, para la coordinación y desarrollo de los mismos, sin que ello implique un incremento de sus horas de docencia.
- Libros de Texto. Como regla de carácter general, hay que proceder a la supresión de los libros de texto y fomentar el desarrollo de materiales por los propios docentes, la utilización de libros que no sean de “texto”, y los recursos disponibles en internet.
- Disciplina y sanciones. Hay que suprimir los castigos y sanciones que impliquen restricciones en el derecho a la educación de los estudiantes (como las expulsiones y/o la privación de la asistencia a las clases), de aquellas que puedan resultar vejatorias, y de las que no sean de carácter claramente educativo.
- Innovación educativa y trabajo en equipo. Hay que fomentar y proteger las iniciativas de innovación educativas orientadas a la reducción del fracaso escolar que impliquen la coordinación y el trabajo en equipo del profesorado. Lo cual implica ir más allá de tolerar estas prácticas, supone apoyarlas y reconocer al profesorado que se implique en las mismas.
- Acceso a la profesión docente. Hay que adoptar un conjunto de medidas orientadas a garantizar que las personas que accedan a la profesión docente cuenten con las competencias que requiere su desempeño:
- Incremento del nivel de exigencia en los títulos de graduado de educación infantil y primaria, de manera que se garantice un alto desarrollo de las competencias docentes de sus graduados.
- Reformulación del Máster de Educación Secundaria, centrándolo en la formación didáctica y el desarrollo de las competencias docentes. E incrementar el grado de exigencia en el mismo, de manera que se garantice un alto desarrollo de las competencias docentes de sus graduados.
- Supresión de los grados y máster en educación no presenciales.
- Cambiar las pruebas de acceso a la profesión docente, orientándolas a comprobar y valorar el grado de las competencias docentes de los candidatos, y su adecuación al Proyecto Educativo de los centros a los que opten.
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